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Tipos de iluminación:

Es evidente mencionar lo importante que el la luz en la fotografía, ya que sin ella seria imposible visualizar los objetos y con esto hacer una impresión sobre la película. Raramente se fotografían objetos con luz propia, lo más normal es captar la luz que reflejan. La luz puede provenir de fuentes naturales o artificiales, y en cada caso posee una serie de características.

La luz natural es más difícil de controlar pues cambia constantemente de intensidad, dirección, calidad y color; con la luz artificial todos estos parámetros pueden controlarse, pero resulta más cara e incómoda de usar y, además, limita la extensión de la superficie iluminable.

Aparte de ser un factor físico imprescindible en el proceso fotográfico, la luz posee una función plástica de expresión y modelado que confiere un significado y un carácter tal, que muchas veces ella sola determina la calidad de una fotografía.

Los principales factores que determinan la iluminación son:

Origen: natural o artificial.

Numero de las fuentes luminosas.

Dirección o posición de la fuente respecto a la cámara y el motivo

Difusión o forma de emanar y llegar al objeto: directa, difusa, etc.

Color

Ejemplos de iluminación en Estudio:

Los retratos de la Izquierda tienen el esquema de encuadre e iluminación de la derecha. Interprete y ensaye. Estas imagenes fueron escaneadas del libro El Retrato Profesional. Publicación Nº XO-45 de Kodak. 1973

Retrato01
Retrato02
Retrato03

Retrato04

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Retrato07 Retrato08
Retrato09
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El origen.

Determina muchas veces el resto de los factores. Se entiende por luz natural la proporcionada por el sol aunque está oculto por las nubes o tras el horizonte. La luna y las estrellas son también iluminación natural, aunque por su poca intensidad raramente se utilizan. La luz artificial puede ser a su vez continua (bombillas) o discontinua (flash).

 

El numero.

La cantidad de fuentes influye sobre el contraste y el modelado de la imagen. En general se recomienda utilizar el menor número posible de fuentes y emplear siempre una como luz principal. Con luz natural puede usarse, como luz secundaria o de relleno, una pantalla reflectante o un destello de flash.

 

El Color

Viene determinado por la longitud de onda de la luz y por el color intrínseco del objeto, con la única excepción de las sustancias fluorescentes.

 

La Dirección

De la luz y la altura desde la que incide tiene una importancia decisiva en el aspecto general de la fotografía. Variando la posición de la fuente, pueden resaltarse los detalles principales y ocultarse los que no interesen. De la dirección de la luz también depende la sensación de volumen, la textura y la intensidad de los colores.  

Psicológicamente también pueden sugerirse tranquilidad o ambientes de atardecer si utilizamos la luz horizontalmente. Aunque las posiciones de la luz respecto al motivo y la cámara, pueden ser infinitas, todas ellas pueden incluirse en mayor o menor parte en unos de los tres tipos siguientes:

La luz frontal produce aplanamiento de los objetos, aumenta la cantidad de detalles pero anula la textura. Los colores se reproducen con gran brillantez.

La iluminación lateral destaca el volumen y la profundidad de los objetos tridimensionales y resalta la textura; aunque da menor información sobre los detalles que la luz frontal y, además, aumenta el contraste de la imagen.

El contraluz convierte los motivos en siluetas lo cual puede resultar conveniente para simplificar un tema conocido y lograr su abstracción, a ello hay que añadir, además, la supresión que se consigue de los colores.

 

La Difusión

Determina la nitidez del borde de las sombras y, por tanto, la dureza o suavidad de la imagen. La luz dura produce, en general, efectos fuertes y espectaculares, mientras que la suave resta importancia a las sombras y hace que sea el volumen del motivo el que domine sobre las líneas. Ambos tipos de iluminación están determinados por el tamaño y proximidad de la fuente luminosa.  

La luz dura procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol y las bombillas o flashes directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. La luz dura es idónea para destacar la textura, la forma y el color; y proporciona el mayor grado de contraste.

La iluminación semidifusa procede de fuentes más grandes y próximas al objeto y, aunque produce sombras definidas, ya no tienen los bordes nítidos. La luz semidifusa destaca el volumen y la textura, pero sin sombras negras y vacías y sin el elevado contraste de la luz dura. El color resulta más apagado.

La luz suave es muy difusa y no proyecta apenas sombras. La fuente luminosa ha de ser muy extensa como un cielo cubierto, o rebotarse sobre una superficie muy grande y próxima, como el techo, pantallas, lienzos, etc. Esta iluminación es la menos espectacular de todas pero la más agradable y fácil de controlar. El control del contraste, uno de los principales problemas con que se enfrenta el profesional, queda perfectamente resuelto con este tipo de luz.

Temperatura del Color.

Un factor importante a la hora de escoger la película es la temperatura color. Cada fuente de luz posee una temperatura color propio, la cual es percibida por las películas fotográficas. No vale la pena entrar en detalles técnicos sobre que es la temperatura color, salvo que esta se mide en grados Kelvin. A mayor grados Kelvin de temperatura color que posee la luz, más componente azul del espectro poseerá, mientras que a menor, más componente rojo. En términos simples, mientras más alta la temperatura color, más azul es la luz y mientras más baja la temperatura color, más anaranjada.

- La luz del sol posee 5500 grados Kelvin, es decir, un alto componente de azul.

- La luz de los flash electrónicos también posee 5500 grados Kelvin.

- Las áreas de sombra sin luz directa del sol poseen incluso más componente azul, llegando incluso a los 7000 grados Kelvin.

- La luz de las ampolletas corrientes y las halógenas, conocidas como luz tungsteno, poseen 3200 grados Kelvin.

- La luz de una vela posee 2000/2500 grados Kelvin.

Las películas fotográficas vienen balanceadas para una cierta temperatura color. Existen dos tipos de balance: la película luz día (5500 grados Kelvin) y las películas Tungsteno (3200 grados Kelvin). En general las películas que se venden en el comercio no especializado son luz día. Las Cámaras Digitales manejan también la temperatura del color con los mandos de lo que se llama Balance al Blanco. Así cuando mi fuente de luz es por ejemplo un bombillo casero (luz incandescente o de tungsteno) si balanceo al blanco en luz incandescente, la fotografía me queda como si hubiera sido tomada con luz del día o similar. Experimente con todas la posibilidades del Balance al Blanco y encontrará fotos muy interesantes de la misma escena.

 

Las  longitudes de onda de la luz visible oscilan entre los 400 y 700 nanómetros. La luz solar combina homogéneamente rayos de todas estas longitudes que en conjunto producen la luz blanca. Pero en realidad, las proporciones en que se combinan varían a lo largo del día, lo que implica un cambio de color en los objetos.

El color de un objeto depende de: Su constitución fisico-química, Del acabado de su superficie, De la intensidad y longitud de onda de la luz que lo ilumina.

Por ello, con luz naranja, un objeto verde aparece negro ya que esa luz carece de verde y, por tanto, no puede reflejarse sobre esa superficie aunque ésta sea verde. Este truco se utiliza mucho en cine, teatro y espiritismo.

 

La combinación de longitudes de onda en la luz natural varía con la hora del día debido a la diferente refracción de los rayos en la atmósfera. Al medio día todos los rayos refractan por igual y la luz aparece blanca. Las moléculas del aire dispersan parte de la luz, sobre todo las radiaciones más cortas y por ello vemos el cielo azul. Al atardecer, el sol debe atravesar un capa más gruesa de aire; El extremo rojo del espectro es, como ya vimos, el que sufre una mayor refracción, y, por tanto, los atardeceres son rojizos.

 

La intensidad de la luz como factor determinante del color, es únicamente una ilusión óptica debida a la peculiar fisiología de nuestra retina.

Recordemos que los receptores luminosos de la retina son de dos tipos: conos y bastones. Los bastones son mucho más numerosos y más sensibles a la luz, aunque sólo son capaces de ver en blanco y negro. Por el contrario, los conos son más escasos y menos sensibles, pero distinguen perfectamente los colores. Este es el motivo por el que la imagen parece que va perdiendo color conforme el nivel de iluminación va descendiendo, pues los conos van dejando de actuar pero continúan los bastones.

En días claros y soleados, si fotografiamos al mediodía un objeto a la sombra, veremos que las fotografías nos salen ligeramente azuladas, esto es debido a la elevada temperatura de color del cielo azul, hasta 12.000 ºK.

 

Debido al poder "acomodador" de nuestros ojos, al utilizar película normal para luz de día, DL ó "DAYLIGTH", si fotografiamos a la luz de una bombilla casera obtendremos fotografías anaranjadas por más que a nosotros nos siga pareciendo que esa luz es blanca. Esta película tiene equilibrados los colores químicamente para dar blanco solamente con luz de 5.500 ºK.

Existe otro tipo de película para focos de estudio, llamada T, ó DE TUNGSTENO que se fabrica para dos temperaturas de color diferentes, la A equilibrada para luz 3.400º, y la

Tungsteno B, equilibrada para 3.200ºK. Estas dos películas están calibradas para los sistemas de iluminación más usados en estudio. Lógicamente, si usamos algunas de estas películas en exteriores, obtendremos una dominante azulada en todas las fotografías. Dado que cualquier desviación de más de 100 ºK resulta perceptible en una copia, ni con película Daylight, ni con Tungsteno podremos equilibrar con precisión el color con luz de cualquier otro tono. Para solucionar esto, el fotógrafo lo que hace es utilizar filtros azules, de distintas densidades, para aumentar la temperatura de color de la fuente luminosa, o de color ámbar para disminuirla. De esta manera, para fotografiar a la luz de una bombilla se utiliza un filtro azul, aunque muchas veces la tonalidad cálida que ofrece esa iluminación, puede ser muy adecuada para ciertos temas.

 

La medida de la temperatura de color se realiza en fotografía con un aparato llamado termocolorímetro. Es muy caro, así que en la práctica, siempre que no podamos recurrir directa o indirectamente a la luz del sol, emplearemos algún tipo de iluminación artificial cuya temperatura de color conozcamos de antemano.

 







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