Son demasiadas las posibilidades creativas de programas como Photoshop y así mismo los sitios en Internet con tutoriales y ejemplos.

De todas formas mi preocupación principal es que el fotógrafo use estas herramientas de intervención como instrumentos creativos no como herramientas de reparación. El fotógrafo auténtico vierte toda su creatividad y potencial artístico en la toma fotográfica. Tratar de mantener un nivel profesional en base al retoque digital es muy costoso en tiempo y dinero. Además que los clientes potencialmente buenos se ahuyentan de las fotos "ficticias", todos los que pagan bien y exigen esperan fotografías auténticas: las que se hacen directamente en la cámara. Por eso es frecuente que las empresas decidan mejor que sus empleados tomen las fotos y mandarlas retocar, les sale más barato y con la misma calidad del fotógrafo que hace tomas normales y las arregla con retoque.